La semana pasada se conoció la condena a 25 años de prisión a dos connotados represores del terrorismo de Estado: Ernesto Avelino “el Tordillo” Ramas y Jorge “Pajarito” Silveira. Se les atribuyó participación directa en el asesinato y desaparición, en 1977, de Oscar Tassino, un militante gremial de Aute y del clandestino Partido Comunista.
Por Gastón Grisoni (*)
De izquierda a derecha: José Nino
Gavazzo, Jorge “Pajarito” Silveira y Ernesto Avelino “el Tordillo” Ramas.
Ambos, represores
contumaces, habían sido condenados anteriormente por otros crímenes del mismo
tenor. Integran el grupo de terroristas estatales que los cabildantes, los
centros militares subvencionados por el Estado, Toda la Verdad, el Foro de
Montevideo y otros grupos de familiares denominan presos políticos.
La
llama de la resistencia clandestina nunca se extinguió
Durante el año 1972 los
servicios represivos se abocaron a desmantelar a las organizaciones que
llevaban a cabo acciones armadas para enfrentar al gobierno represor de Juan
María Bordaberry. Más de 2.500 personas fueron detenidas por las Fuerzas
Conjuntas (FFCC) y sometidas a tribunales militares sin garantías de ninguna
clase. Ese mismo año se inauguraron los Penales de Libertad para hombres y la
Cárcel de Paso de los Toros para mujeres del interior.
Luego de disolverse las
cámaras en junio de 1973, en plena dictadura, un año antes de que se volvieran
a llevar a cabo elecciones, las Fuerzas Conjuntas desplegaron la Operación
Morgan contra el Partido Comunista de Uruguay (PCU). 1976 sería un año
trascendental: debían definir el rumbo institucional en medio de fuertes
contradicciones internas en la cúpula de la dictadura. Descabezar a la única organización
política que continuaba operando en todo el país y organizaba en forma constante acciones de
denuncia y movilizaciones era una necesidad esencial desde el punto de vista
inmediato y también desde el punto de vista estratégico.
Aunque la ejecución de la
Operación Morgan contra el PCU implicó la detención de centenares de dirigentes
y militantes de dicha organización y el exilio obligado de la misma cantidad de
adherentes, a inicios del año 1977 los servicios represivos detectaron que dicha
organización había reconstituido sus organismos operando en la más estricta
clandestinidad.
Inauguran
La Tablada
A mediados de 1977, el
Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA), responsable de las
operaciones represivas, se traslada a funcionar en La Tablada, en las afueras
de Montevideo, en un viejo hotel abandonado. Se despliega una nueva oleada
represiva contra las estructuras clandestinas del PCU.
Es en ese marco que se
procede a la detención de Oscar Tassino, de cuarenta años de edad, militante de
la Agrupación Aute y del PCU, en la mañana del 19 de julio de 1977 en la casa
en la cual residía en Máximo Tajes y Capri. Fue detenido por tres personas
vestidas de particular, introducido en un Peugeot de color blanco y conducido
con otras personas a La Tablada. Testigos presenciales declararon que falleció
el 21 julio mientras era torturado.
Una
larga y necesaria batalla por la justicia
En 1985, una vez derrotada
la dictadura, al regresar a la institucionalidad democrática, fue su propia
esposa, Disnara Flores, ex presa política, quien presentó la denuncia judicial.
La aprobación de la Ley de Caducidad en diciembre de 1986 impidió que la misma
prosperara. Durante más de dos décadas fue el más completo reinado de la
impunidad. La causa estuvo paralizada hasta que en octubre de 2011 el
Parlamento aprobó la Ley 18 831 que restableció la pretensión punitiva del Estado,
luego de que la Corte Interamericana de DDHH emitiera la Sentencia Gelman vs
Uruguay en el mes de febrero.
Finalmente, luego de más
de 10 años de tramitación judicial y de un categórico pronunciamiento de la
Corte Interamericana de DDHH (Corte IDH) en noviembre de 2021 condenando al
Estado uruguayo (Sentencia Diana Maidanik y otros), la jueza penal del 27º
turno, Sol Bellomo, condenó al coronel
retirado Ernesto Ramas y al también coronel retirado Jorge Silveira a 25 años
de penitenciaría por la muerte y desaparición de Oscar Tassino, entre otros
delitos de lesa humanidad.
Por esta misma causa,
luego de ser extraditado desde España, país en el cual se había refugiado y se
mantenía prófugo, fue procesado el coronel retirado Eduardo Ferro en abril de
2021 que se encuentra recluido en Domingo Arena.
La
democracia es una conquista popular
La actual democracia
uruguaya no le debe nada a las Fuerzas Armadas. Descansa en un enorme esfuerzo militante
desplegado por los trabajadores y los sectores populares. En la lucha por la
libertad y la democracia hubo más de 20.000 personas detenidas, más 7.000
prisioneros condenados por tribunales militares, 197 detenidos desaparecidos y
200 asesinados por las fuerzas represivas. Oscar Tassino integra la legión de
militantes antidictatoriales que fueron desaparecidos, luego de ser asesinados,
transitando los caminos de la resistencia en la más oscura clandestinidad, por
mantener en alto las banderas de la libertad y la democracia.
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(*) Gastón Grisoni es
Presidente de Crysol pero sus opiniones no reflejan ni comprometen, necesariamente,
al colectivo como tal.
(**) Publicado en El Popular Nº 607 - 30 09 2022