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197 casos en el marco del Plan Cóndor

 La desaparición forzada fue una política institucional

La Ley 19 822 otorgó a la Institución Nacional de DDHH (INDDHH) el cometido de continuar la búsqueda de los Detenidos Desaparecidos. El testimonio de José Nino Gavazzo en el Tribunal de Honor, que el general  retirado Guido Manini Ríos ocultó a la justicia, fue demoledor: la desaparición de los restos de Roberto Gomensoro Josman fue decidida por los mandos de la época.

Por Gastón Grisoni (*)

Crysol adhirió  al petitorio presentado ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo por un centenar de organizaciones sociales cuestionando el trabajo de la Comisión Bicameral que llevó a cabo el proceso de selección de candidatos para integrar la INDDHH.

Consciente de la fragilidad jurídica de la demanda presentada, evitando ser conducida a la inoperancia por un plazo  indefinido de tiempo esperando una muy probable decisión adversa,  Crysol se reunió con el próximo presidente de la INDDHH Marcos Israel en el Salón de Actos de la Institución el pasado martes 30, aún antes de que se concretara su asunción formal.

En el marco de una reunión muy franca abogó, por continuar implementando a cabalidad la Ley 19 641 (Ley de Sitios de Memoria) y la Ley 19 822, aprobada en el año 2019, que le confiere a la INDDHH la responsabilidad de llevar a cabo la búsqueda de los detenidos desaparecidos y llegar a la verdad de los hechos. En ese sentido se gestionó que Wilder Tayler, reelegido el pasado 11 de agosto, con vasta experiencia en la temática, continuara al frente de dicha labor. También participará de dicha tarea el próximo presidente de la institución Marcos Israel.

Desaparición forzada: un delito atroz

La desaparición forzada de ciudadanos es una práctica represiva cruel e inhumana, un delito de Lesa Humanidad cuando se practica de manera masiva, sistemática y generalizada contra una población civil por parte de funcionarios del Estado o con su aquiescencia u autorización.

Durante el gobierno de Jorge Pacheco Areco hubo dos casos a manos del Escuadrón de la Muerte, Héctor Castagneto y Abel Ayala, Roberto Gomensoro Josman desapareció a manos del Ejército en marzo en 1973 antes de la disolución de las Cámaras y hubo 194 casos adicionales hasta el restablecimiento de la democracia en el año 1985, en operaciones represivas dentro y fuera de fronteras en el marco del Plan Cóndor.

Hasta el momento solamente una persona fue imputada por dicho delito en Uruguay: el coronel Carlos Calcagno, ya fallecido, fue procesado en el año2010 por la exjueza Mariana Mota por la desaparición forzada  de los uruguayos Edison Insaurralde y Nelson Santana quienes fueron detenidos en Paraguay tal como consta en los archivos encontrados en dicho país.

Respaldo a Virginia Martínez.

La Ley 19 641, conocida como Ley de Sitios de Memoria, fue aprobada en julio de 2018 y creó la Comisión Nacional Honoraria de Sitios de Memoria en el marco de la INDDHH para su implementación. Virginia Martínez es la actual Presidenta de dicha comisión.

La institucionalidad democrática fue una gran conquista del pueblo uruguayo que pagó un altísimo precio en detenidos desaparecidos, asesinados, detenidos y exiliados por enfrentar el gobierno de Jorge Pacheco Areco, la dictadura y el terrorismo de Estado.

La declaración y creación de Sitios de Memoria Histórica consagra el recordatorio y reconocimiento de aquellos lugares donde las personas víctimas de terrorismo o accionar ilegítimo del Estado sufrieron violaciones a sus derechos humanos por motivos políticos, ideológicos o gremiales. Dichos ámbitos son utilizados como espacios abiertos al público para la recuperación, construcción y transmisión de memorias, así como forma de homenaje y de reparación a las víctimas y a las comunidades.

La obligación de continuar la búsqueda

El Estado uruguayo tiene la obligación de continuar la búsqueda de los detenidos desaparecidos hasta el esclarecimiento de lo ocurrido. Los archivos sieguen sin aparecer. En la cárcel de Domingo Arena se encuentran algunos de los principales responsables de las desapariciones forzadas. Otros, como Ernesto Ramas o Mario Aguerrondo, se encuentran en sus domicilios gozando de prisión domiciliaria. Manuel Cordero se encuentra preso en Argentina y Jorge Tróccoli en Italia. Pedro Mato se encuentra prófugo en Brasil y Wellington Sarli en Chile. Mantienen un silencio cómplice. La verdad sigue secuestrada.

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(*) Gastón Grisoni es Presidente de Crysol pero sus opiniones no reflejan ni comprometen, necesariamente, al colectivo como tal.

(**) Publicado en El Popular Nº 603 - 2 09 22