Una enorme multitud recorrió el pasado viernes nuestra principal avenida, sorprendiendo a propios y extraños, conmoviendo a todo el país. La causa de los Detenidos Desaparecidos es una causa nacional de ayer, de hoy y de siempre.
Milka Gonzalez, Elena Zaffaroni y Maria Bellizzi, de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, este miércoles, en APU. Foto: Ernesto Ryan
La IMM: un ejemplo
En la mañana, por segundo año consecutivo, las
principales autoridades departamentales rindieron homenaje a los Detenidos
Desaparecidos en el Memorial del Cerro. Por razones de salud, la Intendenta
Carolina Cosse no pudo asistir pero estuvieron presentes todas las jerarquías
ciudadanas. El año anterior, en medio de una crisis sanitaria importante, la
ceremonia se llevó a cabo de una manera informal, pero significativa. En un
hecho no menor, la intendenta convoca a participar junto con ella a
representantes de Madres y Familiares, una organización referente en la vida
del país, y a Crysol, la asociación de todas y todos los ex presos políticos.
La democracia es una conquista
del pueblo
La institucionalidad democrática que disfruta nuestro país desde hace décadas es una gran conquista del pueblo uruguayo. Es
el resultado de sus luchas, de sus movilizaciones, de su resistencia, en forma
colectiva e individual, en Montevideo y en el Interior, dentro y fuera de
fronteras, de su capacidad de sobreponerse a fuerzas aparentemente superiores, de su
capacidad de superar sus diferencias políticas e ideológicas, de unirse y de
contribuir a la búsqueda de salidas constructivas. La democracia uruguaya no le
debe nada a las Fuerzas Armadas y mucho menos al vocero oficial de la dictadura el matutino El País.
La desaparición forzada de ciudadanos que son
secuestrados, torturados atrozmente, asesinados y sus restos deliberadamente
ocultados, por razones gremiales, sindicales, políticas o ideológicas es una
práctica represiva abominable. En Uruguay, durante el terrorismo de Estado fue
una práctica habitual y extendida, dentro y fuera de las fronteras nacionales
en el marco del Plan Cóndor.
Sin negar el sufrimiento padecido por miles de
compatriotas en el período comprendido entre 1968 y 1985, los 197 Detenidos
Desaparecidos representan al grupo de ciudadanas y ciudadanos que, por ser
luchadores sociales y políticos, pagaron el mayor precio, al igual que sus
familiares y sobrevivientes.
Desde el año 1996 miles y miles de uruguayos se
concentran y marchan reclamando conocer su paradero y su destino, hallar sus
restos para darles sepultura y esclarecer las circunstancias de su
desaparición. También es un ritual cívico de homenaje y de reconocimiento.
Todas y todos sabemos que la Verdad está secuestrada y cada vez somos más y más
quiénes decimos Todos somos Familiares. En
la cárcel de Domingo Arena están algunos de los principales ejecutores de las
desapariciones forzadas aunque no les haya podido tipificar los delitos que
ameritan y corresponden. Ellos saben y además saben quiénes saben. Ocultan los
archivos que contienen la información.
Interpela a los terroristas de
Estado
Luego de dos años en que no hubo marchas presenciales,
este 2022, con empuje renovado e inusitado, se retomaron las acciones en todo
el país. Nos sorprendió Montevideo, pero sorprendió el apoyo y la participación
en todo el país. Multitudinario. Conmovedor. Silencioso. Militante.
Homenajear a los Detenidos Desaparecidos es un
obligación ciudadana y republicana, un compromiso con el pasado, con el
presente y con el futuro. La verdad sigue secuestrada.
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(*) Gastón Grisoni es Presidente de Crysol pero sus
opiniones no reflejan ni comprometen, necesariamente, al colectivo como tal.
(**) Publicado en El Popular 589 del 27 05 2022