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A Mariana lo que es de Mota

 Una jueza contra viento y marea

Por Gastón Grisoni (*) 

Crysol, la asociación de todas y de todos los ex presos políticos de Uruguay, declaró a la Dra. Mariana Mota como Socia Honoraria de la organización. Lo hizo en reconocimiento a su labor y trayectoria en favor de la justicia. En su momento tuvo el coraje cívico de procesar a Juan María Bordaberry por haber disuelto las Cámaras.

Dra. Mariana Mota

Desaparición forzada

De acuerdo a la Ley 18 026 es un delito continuado, se sigue cometiendo hasta que se esclarezcan las circunstancias de lo ocurrido. Hasta el momento Mariana Mota es la única jueza que en Uruguay ha usado la tipificación de Desaparición Forzada para condenar a un represor del terrorismo. Lo hizo para procesar en 2010,  al coronel retirado Carlos Calcagno por su participación en la desaparición forzada de Nelson Inzaurralde y Carlos Santana.

Ambos eran exiliados uruguayos, fueron detenidos en Paraguay en el mes de marzo de 1977 y posteriormente desaparecidos en la Argentina. Fue una típica acción represiva en el marco de la Operación Cóndor. Según documentación encontrada en los Archivos del Terror de Paraguay por el abogado Martín Almada, el coronel Carlos Calcagno, oficial de Inteligencia y amplio historial represivo desde el año 1972 en el Batallón Florida, participó en los interrogatorios de los dos en las mazmorras del régimen de Stroessner y jugó un papel decisivo en el destino de ambos prisioneros.

Una larga y necesaria batalla por la justicia

Al retornar a la vida democrática, con elecciones llevadas a cabo de manera irregular, con proscriptos y el principal dirigente del Partido Nacional privado de su libertad, comenzó, débilmente, a actuar el Poder Judicial. En ese marco, comenzaron a citarse a declarar a algunos de los principales referentes de la represión. En ese momento, el partido de la impunidad, de la dictadura, reclamó, con el comandante en jefe del Ejército Hugo Medina encabezando las gestiones, que se aprobara una ley de amnistía que protegiera a los responsables de las graves violaciones a los derechos humanos.

En diciembre de 1986 la Asamblea General, de manera absolutamente irregular, aprobó la Ley 15.848, ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado, para conceder una amnistía a los militares y efectivos policiales,  pero no incluyó a los civiles que participaron. Durante más de 20 años el Poder Judicial estuvo impedido de actuar, dependiendo de las decisiones que adoptara el Poder Ejecutivo para investigar.

Dicha ley fue declarada inconstitucional en octubre de 2009 por la Suprema Corte de Justicia (SCJ), a pedido de la fiscal Dra. Mirtha Guianze, para el caso Nibia Sabalsagaray. En febrero de 2011 la Corte Interamericana DDHH (Corte IDH) declaró su ilegitimidad en la Sentencia Gelman vs Uruguay. En base a la misma, en octubre de 2011, el Parlamento aprobó la Ley 18 831 restableciendo legítima y plenamente la pretensión punitiva del Estado.

Una sanción ejemplificante

Responsable del procesamiento y prisión de Juan María Bordaberry por haber dado el golpe de Estado en el año 1973 junto a las Fuerzas Armadas,  la jueza Mariana Mota se ganó el odio de los golpistas de ayer y sus cómplices. Comenzó a ser objeto de una pertinaz e insidiosa campaña en su contra. Promovida desde los centros nostálgicos  del poder, con importantes medios de comunicación potenciando y amplificando la campaña de desacreditación pública, la operación apuntaba a la jueza y también al resto de los integrantes del sistema judicial.

En febrero de 2013 fue sancionada de manera encubierta por la Suprema Corte de Justicia (SCJ). En ese momento, sin justificación de ningún tipo, en el marco de la intensa y persistente campaña de prensa en su contra, la Suprema Corte de Justicia dispuso su traslado desde el ámbito Penal al Civil. Dicha acción, adoptada por el máximo órgano, fue un castigo a su persona pero al mismo tiempo una sanción ejemplificante para el resto de los jueces.

Hasta el día de  hoy sigue estando satanizada por parte de los terroristas estatales, de los medios adictos al poder y a la impunidad, por su pasado y también por su posterior labor en la Institución Nacional de DDHH y Defensoría del Pueblo (INDDHH) encabezando la búsqueda de los Detenidos Desaparecidos junto al Dr. Wilder Tayler.

Democracia y justicia: una conquista popular

La actual democracia uruguaya no le debe nada a las Fuerzas Armadas. Descansa en el enorme esfuerzo militante desplegado por los trabajadores y los sectores populares enfrentando a la dictadura. En la lucha por la libertad y la democracia hubo más de 20.000 personas detenidas, más 7.000 prisioneros condenados por tribunales militares, 197 detenidos desaparecidos y 200 asesinados por las fuerzas represivas.

La investigación, el esclarecimiento y la sanción penal de las graves violaciones a los DDHH cometidas durante el terrorismo de Estado es un requisito básico y esencial para afirmar una democracia plena y con bases sólidas. El Poder Judicial es el órgano del Estado con facultades plenas para ello. Los jueces tienen sobre sus espaldas la mayor de las responsabilidades. La Dra. Mariana Mota ha sabido honrar al Poder Judicial y ser un ejemplo a seguir.

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(*) Gastón Grisoni es Presidente de Crysol pero sus opiniones no reflejan ni comprometen, necesariamente, al colectivo como tal.

(**) Publicado en El Popular Nº 613 - 11 11 2022