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"Estamos vivos por milagro"

 "Estamos vivos por milagro, simplemente porque no tuvieron suerte"

El “escuadrón de la muerte” también operó en ciudades del interior del país en los meses previos a las elecciones de 1971 que permitieron el triunfo de Juan María Bordaberry.

Por Gastón Grisoni (*) - 15 de mayo de 2024

Foto de la época luego del atentado en la casa de María Julia Listur

"Me insultaban y calumniaban por medio de chismes de todo tipo, pero me era muy difícil imaginar que serían capaces de asesinarme a mí y a mi familia. No les deseo un solo momento del terror de esa noche, pero que el pueblo sepa quiénes son los criminales, que el pueblo los conozca”.

Estas fueron las palabras de la profesora María Julia Listur publicadas en el semanario Marcha, nro. 1567, tras el atentado contra su casa y la de su familia el sábado 23 de octubre de 1971, en horas de la madrugada.

Tres bombas, algo inusual, aún en aquellos momentos de permanentes atentados de los escuadrones parapoliciales, de alto poder explosivo, fueron arrojadas contra una puerta y una ventana de su casa, cuando María Julia, su esposo y dos de sus pequeños hijos (Laura y Rufo) se encontraban dentro de ella.

Según testimonios de la época,  las vibraciones de esas bombas hicieron estallar los vidrios de muchas casas a la redonda, lo que señala  la potencia que tuvo el atentado.

Esto ocurrió en Santa Lucía, una pequeña localidad en el departamento de Canelones, dos meses antes de las elecciones que permitieron que Juan María Bordaberry, el caballo del comisario, el continuismo de Jorge Pacheco Areco, resultara electo presidente en 1971.

Esta historia, como tantas que sucedieron, es una prueba más de la persecución política de la época, previa a la dictadura y al  terrorismo de Estado a ciudadanos y ciudadanas comunes.

El atentado fue reivindicado por el Comando Cobra, una ramificación canaria del Escuadrón de la Muerte que ya operaba en Montevideo.

Desde el 13 de junio de 1968, momento en que Jorge Pacheco Areco implantó las Medidas Prontas de Seguridad, un instituto de aplicación transitoria que otorga potestades cuasi ilimitadas al Poder Ejecutivo, Uruguay había comenzado a transitar un lento camino de retroceso institucional que enterraba las viejas tradiciones batllistas. Uruguay se sometía a las imposiciones económicas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y sus consecuencias económicas y sociales sublevaban a la inmensa mayoría de la población que expresaba en las calles su descontento.

Se cercenó la libertad de prensa, se cerraron medios de prensa, se prohibió la libertad sindical, se militarizaron miles de trabajadores, públicos y privados, se intervino la Enseñanza Secundaria, se congelaron los salarios, se acabaron las negociaciones tripartitas, se desencadenó masivamente la represión, mataron estudiantes en las calles, surgió el accionar del Escuadrón de la Muerte, operando primero en la capital

Eran tiempos difíciles,  de democracia, pero donde los ciudadanos eran perseguidos y violentados de diversas formas, también en el interior profundo, por pensar diferente, por ser defensores y defensoras de la libertad y la democracia.

Estas eran señales del camino trazado para dar el golpe de Estado en junio de 1973.

A los días del brutal atentado contra su casa, María Julia Listur y su esposo (ya fallecido) fueron detenidos por las Fuerzas Armadas y torturados, durante semanas, en el Cuartel de San Ramón, meses antes, incluso, de que se declarara el Estado de Guerra interno.

La Profa. María Julia Listur es una auténtica sobreviviente del terrorismo de Estado y una luchadora implacable por la Memoria y la Justicia.

Este jueves 16 de mayo, en el Mes de la Memoria, la Intendencia de Canelones homenajea a María Julia Listur y su trayectoria en la promoción de las normas de DDHH. Un homenaje bien merecido.

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(*) Gastón Grisoni es Presidente de CRySOL pero sus opiniones no reflejan ni comprometen, necesariamente, al colectivo como tal.